Los programas se diseñan considerando las limitaciones físicas y las metas de rehabilitación de cada individuo, creando un ambiente colaborativo que promueve la motivación y el compañerismo. Este enfoque no solo mejora la condición física, sino que también brinda un sentido de comunidad, reduciendo el aislamiento y proporcionando un espacio de apoyo durante el proceso de recuperación. El ejercicio terapéutico en grupo se diferencia por su dinámica social y su capacidad para crear una red de apoyo, lo que puede aumentar la adherencia al programa y mejorar la experiencia global de rehabilitación.